Duende que aterrizas en mis sueños,
con la grata sensasión de pánico.
Tan tímido pero valiente,
Tanto para hacer abrir una ventana
En este férreo corazón.
Qué error el tuyo
De cegarte cuando no conviene. . .
Y cuanto más dificil tu lo veas,
más dificil se me hará.
Cuando toques el fondo,
Pequeño duende fascinado
Llegarás a comprender todo el sueño cuestionado
En este verso como Neruda.-